En
el Renacimiento, se consideraba al hombre como el sexo fuerte, y a la mujer el
sexo débil. Esto era visto como una superioridad natural. Las labores de la
mujer durante este período eran exclusivamente cuidar de la casa y criar hijos;
no le estaba permitido estudiar, votar, ni tomar decisiones.
En el siglo XVIII surge el movimiento
feminista para romper esta desigualdad.
En
Francia, en la época de la Ilustración, se consideraba que somos iguales,
independientemente de la clase social. Específicamente durante la Revolución
Francesa, se crea el documento “Declaración
de los derechos del Hombre y del Ciudadano”, el cual habla exclusivamente
de los derechos del hombre, y no de los de la mujer. A partir de esto, surge la
primera ola del feminismo, en la que
se replica el texto y se escribe la “Declaración
de los derechos de la Mujer y de la Ciudadana” (Olympe de Gouges), como así también “Vindicación de los derechos de la Mujer”
(Mary Wollstonecraft). Esta última establece que la diferencia entre el hombre
y la mujer no es algo natural, sino algo cultural, es decir que viene de la
educación. Frente a estos escritos se responde con represión: se encarcelan
muchas mujeres, no se les permite reuniones en la calle siendo más de cinco, y
se les niegan los derechos tanto civiles como políticos.
Primera edición impresa de “Vindicación de los derechos de la mujer”
(Mary Wollstonecraft).
La segunda ola del feminismo establece que una vez que las mujeres
puedan votar, los demás derechos vendrán solos: se hace hincapié en el sufragio
femenino. Dentro de esta ola se producen manifestaciones, huelgas de hambre, para
tratar de lograr el derecho al sufragio femenino. A fines de la primera guerra
mundial, las mujeres comienzan a ejercer el derecho del voto en varios países
del mundo, aunque con algunas exclusiones como por ejemplo la edad o la raza; y
pueden ingresar a las universidades.
La
tercera ola del feminismo surge
luego de la Segunda Guerra Mundial. Aquí podemos encontrar una de las ramas del
feminismo: el feminismo liberal, que establece que hay que luchar por cambios
hasta lograr la igualdad entre los sexos, ya que si bien las mujeres ya pueden
votar, estudiar, etc., dentro de los hogares hay malos tratos, desigualdad en
reparto de tareas, explotación económica.
Otra
de las ramas de este movimiento es el feminismo radical, que se basa en
eliminar de raíz al patriarcado (sistema de dominación del hombre sobre la
mujer), que es lo considerado “el problema” para el feminismo.
En
los años 90 no existe un solo modelo de mujer, sino múltiples, dependiendo de
cuestiones sociales, éticas, nacionales o religiosas. Ya no existe un único
feminismo, sino que hay varios feminismos.
Actualmente,
en el siglo XXI, se observa mayor conciencia en la sociedad en general de la
desigualdad de la mujer. Surgen movimientos sociales como: #MeToo (denuncias
públicas de abusos por parte de hombres), como así también manifestaciones
multitudinarias en favor de la mujer.
En
mi paso por la escuela primaria y secundaria, no noté demasiado la presencia
del feminismo, quizás debido a que su mayor presencia en la sociedad fue
durante estos últimos años y hasta la actualidad. Recuerdo, de la escuela,
algunas diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres, como por ejemplo: en
jardín de infantes, el uniforme de mujeres era rojo y el de varones azul, las
mujeres jugaban con muñecas y los varones con autos; en la secundaria, sólo los
varones podían elegir el horario de educación física en el que se practicaba
fútbol, mientras que tanto hombres como mujeres podían elegir aquel en el que
se jugaba al vóley.
En
este último tiempo, en la facultad, pude ver la presencia del feminismo en los
espacios brindados por el equipo de Género y Diversidad de la misma: charlas,
talleres sobre sexualidades, prevención de violencia de género; en el izamiento
de la bandera de la diversidad realizado en el día nacional de lucha contra la
discriminación por orientación sexual e identidad de género; en la guía
propuesta para el uso de lenguaje no sexista e igualitario del Departamento de
Comunicación Institucional de la facultad.
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