«La belleza de las
matemáticas solo se evidencia a sus seguidores más pacientes.»
Maryam Mirzakhani
Gran mente de la matemática contemporánea, mujer
y madre.
Maryam
Mirzakhani nació el 12 de mayo de 1977 en Teherán, Irán, ciudad en la que
creció y en la que, siendo niña, quería ser escritora.
Como ella misma reconocía, tenía
una gran fascinación por la literatura, pero su excepcionalidad en el campo de
las matemáticas la condujo por otro camino.
Fue a la escuela secundaria
NODET (Organización Nacional para el Desarrollo de Talentos Excepcionales) en
Farzanegan, Teherán, y se hizo conocida en la escena internacional de
matemáticas cuando tan solo era una adolescente, ganando Medallas de Oro en las
Olimpiadas Matemáticas de 1994 y 1995, consiguiendo en este último año la
máxima calificación, y convirtiéndose así en la primera estudiante iraní
femenina en hacerlo.
Después de
obtener la Licenciatura en matemática en 1999 en la Universidad de
Tecnología Sharif en Teherán, se fue a los EEUU para realizar estudios de
posgrado y comenzó a trabajar en su Doctorado en la Universidad de Harvard,
bajo la supervisión del Medalla Fields de 1998, Curtis McMullen.
En 2004 obtuvo
su Doctorado en matemática en la Universidad de Harvard con una tesis de
geometría hiperbólica titulada “Simple Geodesics on Hyperbolic Surfaces
and Volume of the Moduli Space of Curves” (Geodésica simple en superficies hiperbólicas
y volumen del espacio de módulos de curvas).
En 2008 se convirtió
en profesora de matemáticas en Stanford, ciudad donde vivió con su marido Jan
Vondrak –científico teórico de la computación– y su hija Anahita, que tenía 3
años en el momento de recibir ella la Medalla Fields.
Mirzakhani
destacó en una amplia gama de técnicas y áreas de las matemáticas, incluyendo álgebra,
cálculo, análisis complejo y geometría hiperbólica. Utilizando principios
de diversos campos, ha conseguido un nuevo nivel de comprensión en un área de
las matemáticas llamada topología de baja dimensión.
Aunque su
trabajo se considera «matemática pura» y es sobre todo teórico, tiene implicaciones
para la física teórica, de cómo el universo llegó a existir y, debido a que
podría aportar novedades a la teoría cuántica de campos, cabría esperar aplicaciones
secundarias a la ingeniería y a la ciencia de los materiales. Dentro de las
matemáticas, tiene también implicaciones para el estudio de los números
primos y la criptografía.
Ella se
definía a sí misma como una matemática «lenta», capaz de darle la vuelta a las
investigaciones una y mil veces. Sus colegas reconocían que cuando todos se
habían
agotado, ella
seguía perseverado y asombraba y maravillaba por su constancia y tenacidad.
En agosto de
2014, recibió la Medalla Fields, el premio más prestigioso en
matemáticas y considerada el Nobel de las matemáticas, por sus avances
sobresalientes en las superficies de Riemann y espacios de moduli,
convirtiéndose así en la primera y única mujer en conseguirlo.
La Medalla
Fields es un galardón instaurado en 1936 que se entrega cada cuatro años
durante la celebración del ICM (Congreso Internacional de Matemáticos), y que
premia a un máximo de cuatro matemáticos menores de 40 años por sus descubrimientos
sobresalientes.
En el verano
del 2017 con tan solo 40 años la matemática fallece por culpa de un cáncer.
Cuatro años antes, se le diagnosticó un cáncer de mama. Tras sucesivas
recaídas, la metástasis avanzó implacable.
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